¡TI TI TI, TI TI TI! El despertador sonaba igual que muchos días, pero hoy era un día especial. ¡Nos íbamos a conocer un pueblo abandonado FRESNO DE TOROTE!
El protagonista de nuestra nueva entrada es FRESNO DE TOROTE. Uno de los pocos pueblos abandonados de la Comunidad de Madrid, como pueden ser El Alamín, Navalquejigo o Las Bellidas.
Nuestro primer pueblo abandonado, y el primero de muchos que iremos conociendo.
Tabla de contenidos
INTRODUCCION Y UN POCO DE HISTORIA
Situado entre Daganzo de Arriba y Serracines tenemos un curioso pueblo despoblado y en una situación de abandono llamado Fresno de Torote. Actualmente pertenece a la pedanía de su vecino Serracines.
Podremos disfrutar de un pueblo detenido en el tiempo. Durante muchos rincones nos hará pensar en un verdadero pueblo fantasma, que sería total si no pasase la carretera y muchos coches a diario.
Fue fundado en el siglo XV por el Marqués de Santillana para poder dar alojamiento a todos sus empleados. En el pueblo vivieron los trabajadores encargados de las tierras que hacían las labores del campo de la marquesa.

Los campesinos vivían pero no tenían derecho ni a las casas ni a las tierras, que las cedía los marqueses únicamente para vivir mientras trabajasen.
Debido al auge industrial de Madrid y Torrejón de Ardoz durante los años 60-70, empezó la decadencia de Fresno de Torote. Muchos de sus vecinos decidieron abandonar dicho pueblo e ir un lugar con mejores condiciones. Otros tantos vecinos acabaron en el pueblo de Serracines, que se encuentra a 2 kilómetros únicamente.

Su nombre nació en el siglo XV cuando el Marqués de Santillana y el consejo de pueblo se reunieron debajo de un Fresno y añadieron Torote por el río que pasa muy cerca del pueblo.
Y llegamos al pueblo que conocemos a día de hoy, un pueblo abandonado de Madrid.
QUE VER EN FRESNO DE TOROTE
Llegamos a través de la carretera la M-113 desde Daganzo de Arriba. Desde la carretera podemos ver a lo lejos varias casas en un estado malo de conservación y una imponente torre de la Iglesia San Esteban del siglo XVI.

Lo primero que nos encontramos a unos 100 metros del núcleo del pueblo es la Ermita de la Soledad del Siglo XVII. Seguidamente nos encontramos el cartel como cualquier otro pueblo dándonos la bienvenida a Fresno de Torote.


Una vez que entramos en el pueblo lo dividimos en el lado derecho de la carretera donde encontramos los restos del Palacio de los Marqueses y su reloj tan característico.

Una gran cantidad de casas abandonadas, la Plaza España y la iglesia de San Esteban donde se encontraron en el año 2000 los restos del sarcófago de Juan Hurtado de Mendoza.


¡Lastima que nadie toque su campana a diario!
En el lado izquierdo de la carretera tenemos la Calle Algete, sabemos que fue la calle más importante del pueblo. Los habitantes podían encontrar desde una panadería, una tienda de muebles o el consultorio donde el médico iba hasta tres veces a la semana.


Por detrás de la calle Algete, tenemos la Calle de las Escuelas, donde los niños de Serracines compartían pupitre con los vecinos de Fresno de Torote.

¡También hay un campo de futbol!

MAS FOTOS DE FRESNO DE TOROTE






¡Hasta aquí mi reportaje fotográfico de Fresno de Torote!
Ha sido un buen lugar para conocer y visitar ¡recomendable 100%!
Os dejo en enlace de demás pueblos bonitos, curiosos y espectaculares de la Comunidad de Madrid
https://viajesdave.com/category/viajes-por-espana/comunidad-de-madrid/
Un pueblo molto bonito
Interesantisimo recorrido y bien documentado. Esperamos mas entradas de «abandonados»
¡Eso por la noche tiene que dar muchísimo miedo! Pero habrá que ir a visitarlo, gracias por el aporte, muy didácticos tus post!
¡Muchas gracias Fran por tu comentario!
Me lo apunto para visitarlo en semana santa, gracias Dave
Buen viaje, es un pueblo misterioso. Espero que lo disfruten!
Que chulada fresno de torote, me encantaría ir.
Gracias por pasarte amigo viajero
Me llama mucho la atención desde Alemania
Si visito Madrid me acercaré a conocerlo.
Lugar mágico, gracias por describirnos tan bien.
Preciosas fotos, me guardo la entrada