Los 10 pueblos y lugares más bonitos e imprescindibles que ver en Bosnia

🇧🇦 Descubre los 10 pueblos y lugares más bonitos e imprescindibles que ver en Bosnia y Herzegovina, un país con una rica historia, una cultura diversa y una naturaleza espectacular. Te contamos qué ver y hacer en cada uno de ellos, desde Sarajevo hasta las cascadas de Kravica. ¡No te lo pierdas!

Bosnia y Herzegovina es un país que sorprende por su belleza natural, su riqueza cultural y su historia reciente. A pesar de haber sufrido una guerra devastadora en los años 90, este país balcánico ha sabido renacer de sus cenizas y se está convirtiendo en un destino cada vez más atractivo para los viajeros que buscan experiencias diferentes y auténticas.

En este artículo te vamos a mostrar los 10 pueblos y lugares más bonitos e imprescindibles que ver en Bosnia, desde su capital Sarajevo hasta sus impresionantes parques nacionales, pasando por sus pintorescos pueblos medievales y sus monumentos históricos. ¿Te vienes con nosotros a descubrirlos?

1. Sarajevo, una capital con una historia reciente muy triste

Sarajevo es la capital y la ciudad más importante que ver en Bosnia. Es conocida como la «Jerusalén de Europa» por la convivencia pacífica de musulmanes, católicos, ortodoxos y judíos. Su centro histórico combina la arquitectura otomana con la austríaca, los dos imperios que han dominado el país.

Pero Sarajevo también es una ciudad que ha sufrido mucho en el siglo XX. Aquí se inició la Primera Guerra Mundial con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en el Puente Latino. Y aquí se vivió el asedio más largo de la historia moderna, cuando las tropas serbias cercaron la ciudad durante casi cuatro años (1992-1996), causando miles de muertos y enormes destrozos.

Visitar Sarajevo es una lección de historia y de resiliencia. Podrás ver los edificios marcados por las balas, los cementerios-memoriales de las víctimas, el Túnel de la Esperanza que permitía el abastecimiento de la ciudad o el Museo del Genocidio que narra los horrores de la guerra. Pero también podrás disfrutar de su ambiente cosmopolita, su gastronomía variada y su vida cultural.

2. Mostar y su famoso puente viejo

Mostar es la ciudad más turística que ver en Bosnia y Herzegovina. Su principal atractivo es el Puente Viejo (Stari Most), un símbolo de la arquitectura otomana que cruza el río Neretva y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El puente original fue construido en el siglo XVI y era una obra maestra de la ingeniería. Sin embargo, fue destruido por los bombardeos serbios en 1993, durante la guerra de Bosnia. Su reconstrucción fue un proyecto internacional que se completó en 2004, devolviendo a Mostar su imagen más icónica.

Además del puente, Mostar tiene otros lugares interesantes que ver, como el casco antiguo con sus mezquitas, baños turcos y bazares; el barrio croata con sus iglesias católicas; o el Museo del Puente Viejo, donde se puede conocer la historia y la cultura de la ciudad.

Qué ver en Mostar, la ciudad del puente viejo

3. Las cascadas de Kravica, una maravilla natural que ver en Bosnia

Las cascadas de Kravica son uno de los lugares más bonitos e imprescindibles que ver en Bosnia. Se trata de un conjunto de saltos de agua que forman una especie de anfiteatro natural rodeado de vegetación. El agua cae desde unos 25 metros de altura y forma un lago verde esmeralda donde se puede nadar y refrescarse.

Las cascadas de Kravica están situadas cerca del pueblo de Ljubuški, en la región de Herzegovina. Se puede llegar en coche desde Mostar en unos 40 minutos o desde Trebinje en una hora y media. Es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza, sobre todo en verano, cuando el calor aprieta.

Las cascadas de Kravica tienen una entrada de pago que varía según la temporada. En 2019 el precio era de 4 marcos (2 euros) en invierno y 10 marcos (5 euros) en verano. Dentro del recinto hay baños, vestuarios, restaurantes y tiendas de souvenirs.

4. Trebinje, un pueblo con espíritu mediterráneo

Trebinje es la ciudad más al sur que ver en Bosnia y Herzegovina. Está a solo 30 kilómetros de Dubrovnik pero parece otro mundo. Así que te recomendamos la excursión para conocer realidades muy cercanas pero distintas.

Trebinje tiene un clima y una vegetación mediterráneos, con abundancia de olivos y cítricos. Su casco antiguo conserva el encanto de la época otomana, con sus casas de piedra, sus mezquitas y su bazar. El río Trebišnjica atraviesa la ciudad y se puede cruzar por varios puentes, entre los que destaca el Puente Arslanagić, del siglo XVI.

Otro lugar interesante que ver en Trebinje es el Monasterio de Tvrdoš, situado a unos 4 kilómetros del centro. Se trata de un monasterio ortodoxo serbio que data del siglo XV y que produce su propio vino. Se puede visitar el interior de la iglesia y comprar algunos productos locales.

5. Stolac, un paraíso para los amantes de la historia

Stolac es un pueblo que ver en Bosnia que hará las delicias de los interesados en la historia y la arqueología. Aquí se pueden encontrar restos de diferentes épocas y civilizaciones, desde la prehistoria hasta el siglo XX.

Uno de los lugares más destacados es el Parque Nacional Histórico-Cultural de Radimlja, donde se pueden ver unas 120 estelas funerarias medievales llamadas stećci, que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Estas piedras tienen formas variadas y están decoradas con motivos geométricos, vegetales o animales.

Otro sitio que no te puedes perder es la Fortaleza de Vidoški, una impresionante fortificación sobre una colina que ofrece unas vistas espectaculares del valle del río Bregava. La fortaleza fue construida por los duques de Hum en el siglo XIV y ampliada por los otomanos en el siglo XVI.

Además, en Stolac también puedes visitar las ruinas de la antigua ciudad romana de Daorson, el complejo arqueológico de Badanj con pinturas rupestres neolíticas o el casco antiguo con sus mezquitas y sus casas tradicionales.

6. El Parque Nacional de Sutjeska, el Yosemite europeo

El Parque Nacional de Sutjeska es uno de los más antiguos y espectaculares que ver en Bosnia y Herzegovina. Se extiende sobre 17 500 hectáreas de naturaleza salvaje e intacta, en el corazón de los Alpes Dináricos. Aquí se pueden encontrar desde bosques primarios hasta glaciares, pasando por cañones, lagos y cascadas.

Uno de los lugares más impresionantes del parque es el bosque de Perućica, uno de los últimos bosques primarios que quedan en Europa. Se trata de una zona protegida donde no se permite la tala ni el acceso de vehículos. Solo se puede visitar con un guía autorizado que te llevará a ver árboles centenarios, algunos de más de 60 metros de altura, y la cascada de Skakavac, que cae desde 98 metros.

Otro atractivo del parque es el Maglić, la montaña más alta que ver en Bosnia y Herzegovina, con 2386 metros. Es un desafío para los montañeros experimentados, que pueden ascender por diferentes rutas hasta la cima. Desde allí se puede disfrutar de unas vistas increíbles del parque y del vecino Montenegro.

Además, el Parque Nacional de Sutjeska tiene un gran valor histórico, ya que fue escenario de una importante batalla durante la Segunda Guerra Mundial. En 1943, los partisanos yugoslavos liderados por Tito resistieron el ataque de las fuerzas nazis y sus aliados en el valle del río Sutjeska. En memoria de los caídos se erigió un monumento conmemorativo en forma de estrella en Tjentište, la entrada principal al parque.

7. Pocitelj, un pueblo con encanto otomano

Pocitelj es uno de los pueblos más bonitos e imprescindibles que ver en Bosnia y Herzegovina. Se sitúa en la ladera de una verde colina a orillas del río Neretva, a unos 30 kilómetros de Mostar. Su casco antiguo conserva su carácter del periodo otomano, cuando fue un importante centro administrativo y comercial.

Es un pueblo de calles empedradas y casas de piedra con tejados rojos, que se adaptan al relieve del terreno. Entre sus edificios destacan la mezquita de Hadži Alija, del siglo XVI; el hamam o baño turco; la madraza o escuela coránica; y la sahat-kula o torre del reloj.

Pero el monumento más emblemático de Pocitelj es la fortaleza que corona la colina, desde donde se puede disfrutar de unas vistas panorámicas del pueblo y del valle. La fortaleza fue construida por los húngaros en el siglo XV y ampliada por los otomanos en el siglo XVI. Fue parcialmente destruida durante la guerra de Bosnia, pero ha sido restaurada y abierta al público.

Un lugar ideal para pasear, respirar historia y sentir la atmósfera de un pueblo que parece detenido en el tiempo. Además, se puede aprovechar para probar algunas de las frutas que se cultivan en la zona, como granadas, higos o kiwis, o comprar algún recuerdo en los puestos de artesanía que hay junto al río.

8. Blagaj, un oasis de paz junto al río Buna

Blagaj es otro de los pueblos que ver en Bosnia y Herzegovina que te sorprenderá por su belleza y su tranquilidad. Se encuentra a unos 12 kilómetros de Mostar, al sur del país, junto al río Buna. Este río nace de una cueva en la base de una imponente pared rocosa, creando un paisaje espectacular.

En este lugar se levanta el tekke de Blagaj, un monasterio sufí que data del siglo XVI. El sufismo es una corriente mística del islam que busca la unión con Dios a través de prácticas espirituales. El tekke era un lugar de retiro y meditación para los derviches, los seguidores del sufismo.

El tekke de Blagaj se puede visitar por dentro y admirar su arquitectura otomana y su decoración con motivos florales y geométricos. También se puede disfrutar de un té o un café turco en el jardín que da al río, escuchando el sonido del agua y el canto de los pájaros.

Blagaj también tiene otros atractivos que ver, como la fortaleza de Stjepan Grad, que domina el pueblo desde lo alto de una colina; la mezquita de Sultan Selim II, del siglo XVI; o el antiguo cementerio musulmán con sus lápidas blancas.

9. Jajce, una ciudad con historia y naturaleza

Jajce es una ciudad que ver en Bosnia y Herzegovina que tiene mucho que ofrecer a los viajeros que buscan historia y naturaleza. Se encuentra en el centro del país, en el punto de encuentro de las regiones de Bosanska Krajina y Bosna Podrinje. Está rodeada por las montañas de Vlašić y Ranča y por los ríos Pliva y Vrbas.

Fue la capital del Reino de Bosnia en el siglo XV, antes de caer bajo el dominio otomano. Aquí se coronó el último rey bosnio, Stjepan Tomašević, en 1461. También fue la sede del Consejo Antifascista de Liberación Nacional de Yugoslavia (AVNOJ) durante la Segunda Guerra Mundial, donde se proclamó la creación de la República Federal Socialista de Yugoslavia en 1943.

Tiene un rico patrimonio histórico y cultural que se refleja en sus monumentos. Entre ellos destacan la fortaleza medieval que domina la ciudad desde lo alto de una colina; la mezquita de Esma Sultana, la hija del sultán Solimán el Magnífico; el monasterio franciscano de San Lucas, del siglo XV; o el museo AVNOJ, instalado en el edificio donde se celebraron las sesiones históricas.

Pero Jajce también es famosa por su belleza natural, especialmente por la cascada que forma el río Pliva al unirse con el Vrbas. La cascada tiene unos 20 metros de altura y se puede admirar desde varios puntos de la ciudad. Cerca de la cascada hay un parque etnográfico con molinos de agua tradicionales que se usaban para moler cereales.

Otro lugar que no te puedes perder cerca de Jajce son los lagos de Pliva, dos lagos artificiales conectados por un canal. Los lagos son ideales para practicar deportes acuáticos como remo, kayak o pesca. También se puede pasear o montar en bicicleta por sus orillas o visitar el pueblo ecológico de Šipovo, donde se pueden alojar en cabañas de madera y disfrutar de la gastronomía local.

10. Travnik, la ciudad de los visires

Travnik es una ciudad que ver en Bosnia y Herzegovina que tiene una larga y rica historia. Se encuentra en el centro del país, en el valle del río Lašva, rodeada por las montañas de Vlašić y Vilenica. Fue fundada en el siglo XII por los banes de Bosnia y se convirtió en un importante centro comercial y cultural.

Travnik alcanzó su máximo esplendor durante el periodo otomano, cuando fue la sede de los visires, los gobernadores de Bosnia. Entre 1699 y 1850, 77 visires residieron en Travnik y dejaron su huella en la arquitectura y la cultura de la ciudad. Por eso, Travnik es conocida como la ciudad de los visires.

Entre los lugares que ver en Travnik destacan el castillo medieval que domina la ciudad desde una colina; la mezquita de Sulejmanija, la más grande y antigua de la ciudad; el mausoleo de los visires, donde están enterrados 12 de ellos; el reloj de sol, el único que queda en Bosnia y Herzegovina; o la casa natal del escritor Ivo Andrić, premio Nobel de Literatura en 1961.

Travnik también es famosa por su gastronomía, especialmente por su queso, que se produce en las montañas cercanas y tiene un sabor único. También se puede degustar el ćevapi, el plato nacional de Bosnia y Herzegovina, que consiste en unas salchichas de carne picada con pan y cebolla.

Estos son solo algunos de los pueblos y lugares más bonitos e imprescindibles que ver en Bosnia y Herzegovina, un país que te sorprenderá por su diversidad y su encanto. Si quieres conocer más sobre este destino, te invitamos a leer nuestros otros artículos sobre Bosnia y Herzegovina. Esperamos que te hayan gustado y que te animes a visitarlos. ¡Hasta la próxima!