La Costa Brava es una de las zonas más bonitas y turísticas de España, situada en el litoral de la provincia de Girona, en Cataluña. Su nombre se debe a su escarpada costa, formada por acantilados, calas y playas de aguas cristalinas. Además de su belleza natural, la Costa Brava también destaca por su riqueza cultural e histórica, que se refleja en sus pueblos, llenos de encanto y personalidad.
En este artículo, te vamos a mostrar los pueblos más bonitos de la Costa Brava, que no puedes perderte si quieres disfrutar de una escapada inolvidable. Te contaremos qué ver y hacer en cada uno de ellos, así como algunas curiosidades y consejos para aprovechar al máximo tu visita. También te daremos algunas ideas de alojamiento y gastronomía, para que tu experiencia sea completa.
1. Cadaqués: el pueblo más bonito del mundo según Dalí
Empezamos nuestra ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Cadaqués, considerado por muchos el pueblo más bonito de Cataluña y por Salvador Dalí el más bonito del mundo. Y no es para menos, ya que este antiguo pueblo de pescadores conserva todo su encanto original, con sus casas blancas, sus calles empedradas y sus barcas en la playa.
Cadaqués está situado en el Parque Natural del Cap de Creus, un lugar de gran belleza paisajística, donde podrás disfrutar de la naturaleza y de unas vistas espectaculares. Además, Cadaqués está muy vinculado al arte y a la figura de Dalí, que vivió y se inspiró en este pueblo durante muchos años. Podrás visitar su casa-museo en Portlligat, una peculiar construcción que refleja su personalidad y su obra.
Otros lugares que no puedes perderte en Cadaqués son la iglesia de Santa María, con su impresionante retablo barroco; el museo de Cadaqués, con obras de artistas locales e internacionales; el faro de Cala Nans, desde donde podrás contemplar un atardecer mágico; y las playas y calas que rodean al pueblo, como la playa Gran, la playa Es Poal o la cala Sa Conca.
Para alojarte en Cadaqués, te recomendamos el Hotel Playa Sol, un hotel con encanto situado frente al mar, con unas habitaciones cómodas y elegantes. Y para comer o cenar, te sugerimos el restaurante Es Balconet, donde podrás degustar platos típicos de la gastronomía mediterránea, como el suquet de peix o el arroz negro.
2. Tossa de Mar: el pueblo amurallado
Seguimos nuestro recorrido por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Tossa de Mar, uno de los más emblemáticos y fotografiados de la zona. Su principal atractivo es la Vila Vella, el casco antiguo amurallado que se alza sobre un promontorio rocoso junto al mar. Dentro de sus murallas podrás pasear por sus calles medievales y visitar sus edificios históricos, como el castillo o la iglesia gótica.
Desde lo alto de la Vila Vella podrás disfrutar de unas vistas increíbles sobre el mar y sobre la playa principal del pueblo, donde todavía se pueden ver algunas barcas tradicionales. Otras playas que merece la pena conocer son la playa Mar Menuda o la cala Pola.
Tossa de Mar también tiene una interesante oferta cultural y museística, como el museo municipal, donde podrás ver restos arqueológicos romanos y obras de arte moderno; o la casa-museo de Ava Gardner, dedicada a la famosa actriz que rodó en el pueblo la película Pandora y el holandés errante.
Para alojarte en Tossa de Mar, te aconsejamos el Hotel Delfín, un hotel moderno y confortable situado en el centro del pueblo, cerca de la playa. Y para comer o cenar, te proponemos el restaurante La Cuina de Can Simon, donde podrás saborear platos creativos y de calidad, elaborados con productos locales y de temporada.
3. Calella de Palafrugell: el pueblo de las casas blancas
Continuamos nuestra ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Calella de Palafrugell, uno de los más pintorescos y encantadores de la zona. Este pueblo todavía conserva el ambiente y la arquitectura de un antiguo pueblo de pescadores, con sus casas blancas junto al mar, sus calles estrechas y sus playas y calas de arena fina y aguas transparentes.
Calella de Palafrugell es un lugar ideal para relajarse y disfrutar del sol y del mar, así como para practicar actividades acuáticas como el snorkel o el kayak. Algunas de las playas más bonitas son la playa Port Bo, la playa Canadell o la cala El Golfet.
Además, Calella de Palafrugell tiene una animada vida cultural, especialmente en verano, cuando se celebra el famoso festival de música Cap Roig, que reúne a artistas nacionales e internacionales en un escenario al aire libre junto al mar. También podrás visitar el jardín botánico de Cap Roig, un espacio natural con más de 500 especies vegetales y unas vistas impresionantes.
Para alojarte en Calella de Palafrugell, te sugerimos el Hotel Sant Roc, un hotel con encanto situado en un acantilado sobre el mar, con unas habitaciones acogedoras y una terraza panorámica. Y para comer o cenar, te recomendamos el restaurante Tragamar, donde podrás probar platos típicos de la cocina catalana, como la fideuá o la escalivada.
4. Begur: el pueblo de las casas indias
Empezamos esta segunda parte por Begur, un pueblo situado en el corazón del Baix Empordà, rodeado de colinas y con vistas al mar. Begur tiene un casco antiguo muy bien conservado, con edificios medievales y renacentistas, como el castillo, la iglesia o las torres de defensa.
Pero lo que más llama la atención de Begur son las llamadas casas indias, unas mansiones construidas por los emigrantes que volvieron ricos de América en el siglo XIX. Estas casas tienen un estilo colonial y exótico, con colores vivos, balcones y jardines. Algunas de las más famosas son la casa Bonaventura Caner Bataller, la casa Josep Esteva Cruañas o la casa Enric Serra Subirana.
Además de su patrimonio arquitectónico, Begur también ofrece unas playas y calas maravillosas, como la playa Sa Riera, la playa Sa Tuna o la cala Aiguablava. También podrás disfrutar de actividades como el senderismo, el golf o el buceo.
Para alojarte en Begur, te proponemos el Hotel Aigua Blava, un hotel de cuatro estrellas situado en una cala privilegiada, con unas habitaciones amplias y luminosas. Y para comer o cenar, te sugerimos el restaurante Galena Mas Comangau, donde podrás degustar platos elaborados con productos locales y de temporada, como el arroz con bogavante o el bacalao confitado.
5. Pals: el pueblo medieval
Seguimos nuestro recorrido por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Pals, uno de los más antiguos y mejor conservados de la zona. Pals está situado en una colina, desde donde se domina toda la llanura del Empordà. Su casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico, y tiene un encanto especial, con sus calles empedradas y sus edificios medievales.
Entre los lugares que no puedes perderte en Pals están la torre de las Horas, el único vestigio del antiguo castillo; la iglesia gótica de Sant Pere; el recinto amurallado; el mirador Josep Pla; y el museo-casa de cultura Ca la Pruna, donde podrás ver exposiciones sobre la historia y el arte del pueblo.
Además del núcleo histórico, Pals también tiene una zona costera, con playas y dunas de gran valor ecológico. Algunas de las más bonitas son la playa Gran de Pals, la playa del Racó o la playa Illa Roja.
Para alojarte en Pals, te recomendamos el Hotel Sa Punta, un hotel elegante y tranquilo situado cerca del mar, con unas habitaciones confortables y una piscina exterior. Y para comer o cenar, te aconsejamos el restaurante Vicus, donde podrás probar platos tradicionales y creativos, como el carpaccio de gambas o el magret de pato con salsa de frutos rojos.
6. Peratallada: el pueblo de piedra
Continuamos nuestra ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Peratallada, uno de los más pintorescos y románticos de la zona. Su nombre significa «piedra tallada», y hace referencia a su origen medieval y a su aspecto rústico y auténtico. Peratallada está rodeado por un foso y conserva gran parte de su muralla y sus torres.
Pasear por Peratallada es como viajar en el tiempo, ya que sus calles y sus casas mantienen el mismo aspecto que hace siglos. Podrás admirar su arquitectura románica y gótica, como el castillo-palacio, la iglesia de Sant Esteve o la plaza Mayor. También podrás disfrutar de su ambiente acogedor y de su oferta cultural y artesanal.
Peratallada está situado a pocos kilómetros de la costa, por lo que podrás combinar tu visita con un baño en alguna de las playas cercanas, como la playa de Tamariu o la cala de Sa Tuna.
Para alojarte en Peratallada, te sugerimos el Hotel El Cau del Papibou, un hotel con encanto situado en una casa del siglo XIII, con unas habitaciones decoradas con gusto y personalidad. Y para comer o cenar, te proponemos el restaurante El Borinot, donde podrás saborear platos caseros y de temporada, como la ensalada de queso de cabra o el conejo al horno.
7. Púbol: el pueblo del castillo de Dalí
Terminamos nuestra ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Púbol, un pueblo pequeño pero con mucho encanto, situado en el Baix Empordà. Su principal atractivo es el castillo de Púbol, una fortaleza gótica-renacentista que Salvador Dalí compró y regaló a su esposa Gala, convirtiéndola en su refugio y su musa.
El castillo de Púbol es uno de los tres puntos del llamado triángulo daliniano, junto con el museo de Figueres y la casa de Portlligat. En él podrás ver obras de arte y objetos personales del genial artista, así como los jardines, donde hay esculturas de elefantes y una piscina con forma de piano. También podrás visitar la tumba de Gala, que está enterrada en el castillo.
Además del castillo, Púbol también tiene otros lugares de interés, como la iglesia románica de Sant Pere o el museo del juguete, donde podrás ver una colección de juguetes antiguos y curiosos.
Para alojarte en Púbol, te aconsejamos el Hotel Castell d’Empordà, un hotel de cuatro estrellas situado en un castillo del siglo XIV, con unas habitaciones elegantes y confortables. Y para comer o cenar, te recomendamos el restaurante L’Arcada de Fares, donde podrás degustar platos típicos de la cocina catalana, como la escudella o la crema catalana.
8. Rosas: el pueblo de la bahía más bella del mundo
El siguiente protagonista de los pueblos más bonitos de la Costa Brava es Rosas, un municipio situado en el extremo norte de la Costa Brava, en la comarca del Alto Ampurdán. Rosas es el punto más oriental de la península ibérica y tiene una larga historia que se remonta a la época griega y romana. Su principal atractivo es su bahía, considerada una de las más bellas del mundo¹, donde podrás disfrutar de sus playas, su puerto deportivo y su paseo marítimo.
Rosas también tiene un rico patrimonio cultural e histórico, que podrás descubrir visitando lugares como la ciudadela, una fortificación renacentista que alberga restos arqueológicos de diferentes épocas; el castillo de la Trinidad, una fortaleza del siglo XVI situada en lo alto de un cerro; o el parque natural de los Aiguamolls del Empordà, un espacio natural con una gran diversidad de flora y fauna.
Además, Rosas ofrece una amplia oferta de ocio y gastronomía, con actividades como el windsurf, el kitesurf, el kayak o el senderismo; y con restaurantes donde podrás probar platos típicos como el suquet de peix, el arroz a la cazuela o los caracoles a la llauna.
Para alojarte en Rosas, te recomendamos el Hotel Vistabella, un hotel de cinco estrellas situado en primera línea de mar, con unas habitaciones lujosas y confortables. Y para comer o cenar, te sugerimos el restaurante Els Brancs, donde podrás degustar una cocina creativa y de autor, con unas vistas impresionantes sobre la bahía.
9. Llafranch: el pueblo de los artistas e intelectuales
Seguimos nuestro recorrido por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por Llafranch, una pequeña localidad costera perteneciente al municipio de Palafrugell, en el centro de la comarca. Llafranch es un lugar tranquilo y pintoresco, con una playa de arena fina y aguas transparentes², rodeada de pinos y casas blancas. Llafranch tiene un encanto especial, que ha atraído a artistas e intelectuales como Ernest Hemingway, Truman Capote o Salvador Dalí².
También tiene otros lugares de interés, como su faro, situado en el cabo de San Sebastián; su puerto pesquero, donde podrás ver las barcas tradicionales; o su paseo marítimo, donde podrás pasear y relajarte. Además, Llafranch está muy cerca de otros pueblos bonitos como Calella de Palafrugell o Tamariu.
Para alojarte en Llafranch, te proponemos el Hotel Terramar, un hotel con encanto situado frente al mar, con unas habitaciones acogedoras y elegantes. Y para comer o cenar, te aconsejamos el restaurante La Llagosta, donde podrás saborear platos elaborados con productos frescos y locales, como el pescado a la brasa o la paella marinera.
10. San Sadurní: el pueblo del cava catalán
Terminamos nuestra ruta por los pueblos más bonitos de la Costa Brava por San Sadurní, un pueblo del interior de la comarca del Bajo Ampurdán, situado a unos 20 km de la costa. San Sadurní es un pueblo con mucha personalidad y tradición, conocido por ser la capital del cava catalán. Podrás visitar sus bodegas y cavas, donde podrás degustar y comprar este espumoso tan famoso. Algunas de las más conocidas son Codorníu, Freixenet o Recaredo.
San Sadurní también tiene otros atractivos, como su patrimonio arquitectónico, donde destacan la iglesia de San Sadurní, de estilo románico; el castillo de Subirats, una fortaleza medieval; o el museo del chocolate, donde podrás ver una colección de objetos relacionados con este dulce.
Para alojarte en San Sadurní, te sugerimos el Hotel Cal Blay Vinticinc, un hotel moderno y confortable situado en el centro del pueblo, cerca de las bodegas. Y para comer o cenar, te recomendamos el restaurante Cal Ticus, donde podrás probar platos típicos de la cocina catalana, como la escudella o la crema catalana.
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Estos son solo algunos ejemplos de los pueblos más bonitos de la Costa Brava, pero hay muchos más que te esperan para sorprenderte y enamorarte. Si te ha gustado este artículo, no dudes en compartirlo con tus amigos y familiares, y en dejarnos un comentario con tu opinión. Y si quieres seguir descubriendo más lugares increíbles de España, no te pierdas nuestros próximos artículos. Te aseguramos que no te arrepentirás. ¿Te animas a seguir leyendo?
¡Qué suerte vivir cerca de estos pueblos! Cadaqués es mágico, pero Begur también tiene su encanto. ¿Cuál es tu favorito?
¿Y qué me dicen de Llafranc? ¡Ese pueblo tiene unas playas increíbles!
¡Venga ya! ¿Cadaqués el pueblo más bonito? ¡Qué exageración! Hay muchos pueblos hermosos en la Costa Brava.
No me convence lo de el pueblo más bonito del mundo según Dalí. ¿No hay otros pueblos bonitos?
¡No puedo creer que no mencionaran a Pals! Es el pueblo más encantador de la Costa Brava, sin duda alguna.
¿Y qué pasa con Llafranc? ¡También debería estar en la lista!
¿En serio? Para mí, Llafranc es el verdadero tesoro escondido de la Costa Brava. ¡Maravilloso!
Sin duda, Cadaqués es un paraíso pintoresco que te transporta a otro mundo.
No estoy de acuerdo, para mí el pueblo más bonito de la Costa Brava es Llafranc.