INTRODUCCIÓN A UN VIAJE A PORTUGAL

En ocasiones, cuando preparamos un viaje, observamos más los países lejanos o muy diferentes de nuestra cultura. Sin embargo, los países vecinos también guardan muchos lugares que nunca hemos visitado y de gran interés.

Entre los países en ocasiones olvidados, quizá por su extrema cercanía, se encuentra Portugal.

El país de los ‘fados’ y el bacalao, además de estas tradiciones típicas y conocidas por la mayoría de viajeros, cuenta con muchos más atractivos.

Sus principales ciudades, como la capital, Lisboa, o su segunda gran urbe, Oporto, han vivido en la última década una gran renovación que las ha convertido en puntos turísticos relevantes en Europa.

Tranvía de Lisboa

En concreto Oporto, quizá algo más desconocida al lago de la capital, es la ciudad que hoy nos ocupa en este post. Con más de 200.000 habitantes, la urbe lusa permite hacer un largo recorrido por la historia si recorremos su casco antiguo.

Éste ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cosa que evidencia su interés cultural para cualquier viajero. Pero, ante todo, Oporto es conocida como la ciudad de los puentes, con una gran variedad de estilos en sus construcciones. Todos se encuentran también en el caso histórico de la ciudad.

Ponte das Barcas, Ponte Pensil, Ponte Maria Pia, Ponte da Arrábida, Ponte do Infante, Ponte Dom Luíz I y Ponte do Freixo conforman un ‘parque temático’ de puentes sobre el río Duero recomendable de ver para los viajeros.

A su historia inmersa entre sus edificios, iglesias, puentes y recobecos del casco histórico se une la modernidad, fruto de construcciones como su aeropuerto internacional, un metro con 100 km de recorrido, edificios para las grandes empresas y los negocios internacionales… Todo ello permite que la ciudad albergue cada año alrededor de 10 mil eventos.

A escasos kilómetros de las grandes ciudades podemos conocer grandes lugares como el Castillo de Sintra, o preciosas localidades como Braga, Guimaraes o Aveiro.

Castillo de Sintra en Portugal

Modernidad e historia se unen en una ciudad muy apetecible para todos aquellos que todavía no la hayan pisado. Y, cómo no, entre recorrido y recorrido, la buena gastronomía del lugar os permitirá llenar bien el estómago para proseguir con vuestro trayecto.

Pasteles de Belén

¡Disfruta Portugal!