RUTA ESPAÑA, TIERRA DE CASTILLOS POR AVILA

Viajar desde Ávila a Monbeltrán, pasando por Piedrahita, El Barco de Ávila, Candeleda y Arenas de San Pedro, supone recorrer la historia de Castilla-León a través de sus castillos, murallas, iglesias y casas señoriales.

¡Bienvenidos a la ruta Tierra de Castillos de Avila!

Viajar desde Ávila a Monbeltrán, pasando por Piedrahita, El Barco de Ávila, Candeleda y Arenas de San Pedro, supone recorrer la historia de Castilla-León a través de sus castillos, murallas, iglesias y casas señoriales.

La provincia de Ávila se encuentra flanqueada por dos bellas sierras. La Sierra de Gredos y la Sierra de Guadarrama. Entendida como un viejo baluarte defensivo del cristianismo, la provincia, así como su capital, cuentan con un aura espiritual que se intensifica con la presencia de emblemáticos elementos patrimoniales de orden religioso.

Su riqueza arquitectónica y su buena mesa son algunos de sus atractivos turísticos. La ruta propone iniciar el recorrido en la ciudad de Ávila, declarada Patrimonio de la Humanidad. Su ambiente universitario y místico acompaña al viajero en un recorrido urbano.

El cinturón amurallado nos descubre puertas como la del alcázar o Mariscal. Basílicas, monasterios, templos y una majestuosa catedral enriquecen la visita, así como palacios, tales como el de los Velada, de estilo renacentista.

Piedrahita, tranquilidad y aventura


Piedrahita, a unos 45 kilómetros de Béjar es una hermosa población de la provincia de Ávila cercana a la sierra de Gredos. Se encuentra enclavada en el Valle del Corneja.

Su naturaleza, donde el viajero más tranquilo puede disfrutar de paseos entre una hermosa riqueza paisajística, es un entorno ideal para los amantes de la caza, la pesca y la práctica de deportes de montaña. El ala delta y el parapente tienen en el Puerto de Peña Negra una inigualable zona de despegue.

Plaza principal de Piedrahita

También los aficionados al ciclismo pueden encontrar en este puerto un atractivo desafío, pues es uno de los ‘dosmiles’ más apreciados por los asiduos a este deporte.Tras un buen paseo o una jornada de ejercicio lo mejor es sentarse a la mesa ante un suculento plato.

En Piedrahita es posible degustar un sabroso cochinillo, solomillo o chuletón. Son famosas sus patatas revolconas y su exquisita trucha.

El Barco de Ávila, enclave romano


La siguiente parada es el pueblo de El Barco de Ávila, a sólo 22 kilómetros de Piedrahita. En este municipio el visitante disfrutará de un rico patrimonio. Es recomendable empezar el itinerario admirando el puente romano o ‘puente viejo’, que conserva todavía muchos rasgos de su arquitectura original, apesar de las reconstrucciones a causa de las guerras.

Este puente fue muy importante durante la época romana, por ser un frecuentado lugar de paso.
La visita podría continuar por el castillo de Valdecorneja, enclavado en una colina junto al río Tormes. En un principio fue un castro vetón destruido por los romanos, aunque el edificio que conocemos fue levantado en el siglo XII y reconstruido posteriormente.

Puente antiguo de Barco de Ávila

Entre la arquitectura laica destacan la casa de los Gascas y la casa de los Balcones, del siglo XV, pertenecientes ambas a altos cargos de la Inquisición.

En cuanto a arquitectura religiosa se refiere, el viajero puede descubrir gran variedad de iglesias y ermitas, destacando el templo de la Asunción con una torre de 25 metros de altura coronada por agujas en cuyos pináculos se puede observar un importante número de cigüeñas.

Puerto de Ávila

Es recomendable un paseo por las calles de la localidad, por su casco antiguo y, especialmente, por la calle de Gallareta, la más corta y estrecha, testigo de numerosos actos de pillaje sobre todo durante los enfrentamientos contra el ejército francés. También se puede contemplar lo que queda de las murallas que rodeaban el casco antiguo desde el castillo.

Candeleda, vestigios de la edad de cobre


Candeleda es una población que guarda vestigios de antiguas y diferentes épocas. Sus orígenes se remontan a la edad del cobre, por lo que el viajero podrá contemplar las pinturas rupestres de Peña Escrita o los utensilios (puntas de flecha, hachas…) que se utilizaban en aquella época.

Más tarde fueron los vetones los que convirtieron la ciudad en un enclave importante. De esta época queda todavía el castro El Raso, en muy buen estado. El casco antiguo es de gran interés turístico, pues caminar por él es caminar por la Historia.

La Plaza de las Burgas o la calle del Pozo son los dos puntos más hermosos de esta ciudad, ya que conservan su original arquitectura y detalles. Entre las construcciones del lugar destaca la iglesia de la Asunción de Nuestra, levantada a finales del siglo XIV, perteneciente a un estilo gótico arcaico y rústico.

Casco antiguo de Candeleda

En su interior destaca el retablo mayor, aunque la ‘joya’ mejor conservada es el monumental retablo de cerámica de Talavera de la Reina, elaborado el siglo XVI y actualmente restaurado.

El turista puede optar por visitar también la ermita de San Blas, donde reposan los restos de San Bernardo de Candeleda. Muy cerca de esta ermita está el monumento del Rollo, cuyos escudos nos muestran la relevancia que esta localidad tuvo en el pasado.

Con esto el turista concluye la visita al municipio, no sin antes degustar algunos de sus productos típicos,como los postres de higos de Candeleda, el cabrito o la morcilla de calabaza.

Arenas de San Pedro, ciudad medieval

Tras la plaga de termitas que en el siglo XI arrasó gran parte de las viviendas levantadas en la zona minera de Los Llanos, la población de esta área tuvo que trasladarse al enclave donde se encuentra hoy el municipio, que debido a su atractivo entorno y su situación geográfica se convirtió en un preciado tesoro para los nobles del siglo XIV.

El visitante encontrará interesantes muestras de la arquitectura medieval, empezando por el castillo de Don Álvaro deLuna que, debido a las guerras, sólo conserva sus paredes. Una reconstrucción lo ha convertido en el auditorio municipal, declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.

Castillo Arenas de San Pedro

La ruta por Arenas de San Pedro puede seguir por el palacio del infante Don Luis, del siglo XVIII, donde Goya pintó su retrato de Mª Teresa de Villábriga, el retrato del Infante o el de su familia, etc.

Antes de partir hacia el próximo destino es recomendable dar un paseo para admirar las estatuas de San Pedro y la Cruz del Mentidero, localizadas en diversos puntos de la población.

Precioso balcón en Arenas de San Pedro

Y si el visitante quiere hacer unas buenas fotos panorámicas, ningún lugar es mejor que el monte de San Agustín, desde donde se domina todo el valle del Tiétar.

Monbeltrán, la ciudad elegida por los turistas


Monbeltrán se encuentra ubicado en uno de los paisajes más impresionantes de la Sierra de Gredos, defendido por un majestuoso castillo en el Valle del Tiétar.

Es un municipio lleno de historia y de tradiciones populares, por lo que su visita es obligatoria. El viajero cerrará en este mismo punto el trayecto propuesto por la provincia de Ávila.

Castillo de Mombeltran

El enclave poblacional dispone de un rico equipamiento turístico, por lo que hay una oferta diferente para cada viajero, desde zonas deportivas a zonas de ocio.

Aunque lo más recomendable es visitar sus alrededores, cuya belleza ha convertido Monbeltrán en una cita obligada donde se puede disfrutar de la tranquilidad de la zona y degustar algunos manjares típicos del lugar, como el cochinillo o el famoso chuletón de Ávila.

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