La ruta que vamos a emprender por las tierras toledanas de La Puebla de Montalbán, Illescas, Talavera de la Reina y Oropesa. Dibuja un circuito artesanal digno de ser visitado en cualquier época del año.
La provincia de Toledo cuenta con una enorme tradición artesanal convertida en costumbre. Además de con un legado histórico sin igual y una monumentalidad que ha convertido a la capital en Patrimonio de la Humanidad.
Pero es la ruta de la artesanía la que nos invita a descubrir la laboriosidad de pueblos y ciudades que han hecho de la cerámica, las espadas, el mueble y los bordados. La provincia de Toledo, además, se abre al visitante, ávida de posibilidades turísticas, mostrando su patrimonio monumental y cultural heredados de diversas civilizaciones.
La catedral de Toledo preside una ciudad convertida en museo. Recorriendo Toledo el visitante disfrutará de edificios religiosos y civiles de enorme belleza y solemnidad. Entre ellos, no podemos olvidar el monasterio de San Juan de los Reyes o el hospital de la Santa Cruz.
En cuanto a artesanía se refiere, la capital toledana regenta el primer puesto en el arte de los metales; espadería, armaduras, forja artística y damasquinado son sus trabajos artesanales más destacados.
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LA PUEBLA DE MONTALBAN, localidad castellana
A tan sólo 30 kilómetros de la monumental Toledo se encuentra una villa presidida por uno de los castillos más emblemáticos de España. La Puebla de Montalbán, como así se llama, resume la arquitectura popular de la zona y trabaja la madera, sector que ha robado el protagonismo a la tradición alfarera.
Entre viñedos y olivares se extiende La Puebla de Montalbán. Villa ubicada en el margen derecho del río Tajo y cuyo castillo recuerda las viejas pugnas entre cristianos y musulmanes. Se trata de una fortaleza destacada en el panorama nacional y que dota de identidad a un municipio que bien puede resumir la arquitectura popular de la provincia.
Una plaza castellana y soportalada marca el inicio de un paseo en el que son visita ineludible el palacio de los Duques de Osuna y la iglesia gótica y renacentista de Nuestra Señora de la Paz.
La localidad también cuenta en su haber patrimonial con los jardines de La Celestina, personaje al que dio vida un literato nativo del lugar, Fernando de Rojas. Junto a este jardín sobrevive la torre de San Miguel. Más lejos, se localizan el monasterio de la Concepción y el convento de San Francisco.
Regada por el Tajo, La Puebla de Montalbán ha logrado su reconocimiento en el trabajo de la madera. Como lo logró con la alfarería, que aún pervive entre sus tradiciones más arraigadas.
OROPESA, tierra de finos bordados
Oropesa es un municipio costumbrista centrado en la artesanía de bordados. Se encuentra situado en la parte occidental de la provincia de Toledo y a 80 kilómetros de nuestra anterior visita.
Pese a que el centro principal de bordados, con denominación de origen, se encuentra en la cercana villa de Lagartera. Es en Oropesa donde se detiene finalmente nuestra ruta por tierras toledanas, ya que además de su labor artesanal ofrece al visitante una bella arquitectura.
Se trata de un municipio costumbrista con un casco urbano que expone su mayor actividad artesanal, de la que el viajero no dudará en llevarse una muestra.
Oropesa luce varios conventos, así como una antigua residencia militar: el palacio de los Álvarez de Toledo, hoy convertido en Parador Nacional de Turismo.
El templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción o la iglesia de la Compañía de Jesús se erigen en una localidad fronteriza con Extremadura. Que, además de la creación de bordados, tiene como costumbre popular la elaboración de las llamadas magdalenas de Oropesa, sabroso dulce con el que cerrar una jornada.
TALAVERA DE LA REINA, la ciudad de la cerámica
La llamada ‘ciudad de la cerámica’ se abre paso tras media hora de recorrido desde Oropesa. Talavera de la Reina muestra su arte azulejero por sus calles y plazas, en su arquitectura popular y en multitud de talleres.
Adentrarse en Talavera de la Reina, significa maravillarse con la azulejería que decora las calles, las plazas y los rincones de un municipio salpicado por multitud de talleres de alfareros.
Se trata de un auténtico núcleo productor de cerámica al que se puede acceder por puentes como el de Santa Catalina, el Metálico o el Nuevo.
Una vez en este municipio, el viajero debe visitar la colegiata de Santa María la Mayor, el convento de San Jerónimo, la basílica de la Virgen del Prado o el convento de San Agustín, actualmente sede del museo de cerámica Ruiz de Luna. Pero la cerámica de Talavera puede ser adquirida en la calle, por ejemplo, en la plaza del Pan.
ILLESCAS, maestría en la madera
Un centenar de kilómetros nos separan de nuestro último destino en esta ruta artesanal. Illescas, núcleo comercial de la comarca, presenta obras de El Greco en el interior de varios de sus emblemas patrimoniales, lo que hace que una visita a este lugar sea de lo más fructífera para los amantes de la pintura.
La talla y el mueble en madera caracterizan artesanalmente a la localidad toledana de Illescas, en la que se recomienda adquirir alguno de sus productos antes de partir hacia otro destino.
Es aconsejable disfrutar, además, con las exposiciones que, en este sentido, se suceden en la localidad. Al mismo tiempo, el municipio goza de cierto prestigio en la elaboración de prendas de piel y objetos de cerámica.
Illescas, al norte de Toledo y lindando con Madrid, es el centro comercial de su comarca y su visita es muy recomendada debido a las muestras de la obra pictórica de El Greco que aparecen en la iglesia de Santa María de la Asunción o en el santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Junto a estos monumentos litúrgicos se pueden contemplar, también, los restos de las murallas árabes que recuerdan los orígenes de un pueblo recreado por Lope de Vega y Tirso de Molina. Sin duda, se trata de una villa con historia.