Segovia ofrece, además de pintorescos pueblos y monumentos, un paisaje castellano de hermosura inigualable. La ruta propuesta atraviesa Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río, las localidades que enmarcan el Parque Natural de las Hoces del río Duratón.
El lugar no sólo acerca al visitante a la naturaleza más característica de Segovia, sino que le ofrece numerosos senderos y rutas para disfrutar de largos paseos a pie.
A través de ellos se tiene la oportunidad de disfrutar de un paisaje sin igual y de una diversidad animal y vegetal impresionante. A lo largo del río el paraje presenta diversos ambientes, debido principalmente a los cambios de clima y los diferentes suelos.
Pero antes de comenzar la ruta paisajística debemos echar un vistazo a la bella capital segoviana, la cual ofrece al visitante numerosos monumentos y edificios que visitar. El primero y principal es el acueducto romano, que aún está en servicio. La catedral y el alcázar, además de las diversas iglesias y templos completan la visita.
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SEPULVEDA, arte antiguo en plena naturaleza
El punto de partida de la ruta lo marca la localidad de Sepúlveda. Desde ella numerosas rutas se dirigen hacia el Parque Natural de las Hoces del Duratón y se puede vislumbrar el poderío del parque, su fauna y su naturaleza.
Para apreciar mejor su belleza es necesario entrar por el sur y observar como el pueblo se asienta sobre una terraza en la vertiente de una profunda garganta. En este increíble ambiente el viajero puede realizar un largo paseo por la población, que sorprende por el magnífico conjunto histórico-artístico que conserva en perfecto estado. Las ruinas del antiguo castillo y la iglesia del Salvador, de estilo románico, son algunos ejemplos.
SEBULCOR, antiguo cementerio visigodo
El segundo punto de la ruta es Sebúlcor, una pequeña población cuyo nombre proviene de los hallazgos de diversas sepulturas visigodas en las proximidades. Estas tumbas son el principal atractivo de la población, además de las rutas que se pueden comenzar desde ella.
Además de la necrópolis visigoda la población presenta un precioso lugar en el que se ubicaba el convento de la Hoz, junto al Duratón. De él tan sólo restan ya algunas ruinas, pero el paisaje merece hacer un alto en el camino para verlo.
SAN FRUTOS, mirador de las HOCES DEL DURATON
Desde Sepúlveda hasta San Frutos se puede realizar una bonita ruta en coche de 30 minutos en la que disfrutar del magnífico paisaje. Tras ella, la parada se realizará en la misteriosa ermita de San Frutos.
El lugar es desde luego el mejor desde donde contemplar las Hoces del Duratón. El rumor del río de fondo y la fauna salvaje revoloteando sobre las cabezas es el mejor ambiente para disfrutarlo. La ermita es un lugar aislado del mundo en el que San Frutos decidió recogerse para disfrutar de la soledad
CARRASCAL DEL RIO, a orillas del DURATON
El último punto de imprescindible visita es la población de Carrascal del Río. Ubicada a orillas del río Duratón, ofrece al visitante varios lugares donde pasear y disfrutar de la naturaleza.
La peña Llorona, llamada de este modo porque de ella surge el agua de forma continua, es uno de los más sorprendentes enclaves. La cueva Carlista y sus inmediaciones son el lugar ideal para hacer un alto y degustar algunos quesos típicos de la región o las excelencias de las frambuesas segovianas.