RUTA ESPAÑA, RUTA LA ALCARRIA Y LOS EMBALSES

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En Guadalajara hay una región en la que el río Tajo se amansa, retenido por dos grandes embalses. Son testigo de ello sus privilegiados miradores en la ribera y los numerosos pueblecitos de la Alcarria.

Guadalajara es una de las cinco provincias de Castilla La-Mancha. Se encuentra situada en la región nordeste de la submeseta sur, entre las cordilleras Central e Ibérica.

La zona regada por la izquierda por el río Henares es plana, alta y fría, frente a las condiciones más suaves de la margen derecha. Se trata de la fantástica Alcarria.

A pesar de no ser un terreno montañoso, coexisten en sus tierras una gran variedad de formas de relieve como los páramos, los valles encajonados y los cerros de fuertes pendientes, lo que favorece la grandeza paisajística de la zona. A ello hay que sumarle una atractiva arquitectura popular y una gastronomía de justa fama, en la que sobresale su miel.

GUADALAJARA, inicio didáctico de la ruta

Guadalajara está situada entre la Alcarria y la Campiña, en una terraza de la orilla izquierda del Henares. Su cercanía y buena comunicación con Madrid han posibilitado su despegue económico y poblacional en los últimos años.

Esta ciudad será el punto de partida del recorrido. Aunque su estatus de gran ciudad poco tenga que ver con la fisonomía alcarreña que después vamos a conocer, puede aprovecharse la estancia en esta población para visitar su museo provincial que, entre otras cosas, enseñará al viajero curioso a distinguir las características propias de la vivienda de la Alcarria.

HORCHE, antesala de altura

La mejor forma de penetrar en La Alcarria es hacer una parada a sus puertas para contemplar su morfología y paisaje desde la distancia. Horche se encuentra sobre el borde la meseta alcarreña y sirve de mirador sobre la zona.

Además, esta pequeña villa cuenta ya con un primer ejemplo de plaza alcarreña, con soportales, galería corrida en la planta principal y herrajes. Este modelo se repite en los barrios de las Flores y del Albaicín, con un sinfín de callejuelas de reminiscencias moriscas. La iglesia de la Asunción, renacentista, cuenta con un gran atrio porticado.

Existen también importantes restos arqueológicos que van desde el Paleolítico a la Edad de Bronce, lo que puede apreciarse en las cuevas de Galiana y La Fuensanta.

PEÑALVER, villa típicamente alcarreña en la arquitectura y en el paladar


Peñalver es otro ejemplo de los cánones más típicos de la Alcarria. Erigido en una cuesta permanente, llama la atención por sus calles estrechas y sus casas de adobe y madera.

Pertenecen al municipio de Peñalver las iglesias de Santa Eulalia, del siglo XVI y con una impresionante portada principal cuajada de tallas, y San Roque (siglo XVIII), la hermosa ermita del Cristo de la Paz, las fuentes de la Pecadora y el Ruiseñor y los restos de un antiguo castillo, reconvertido actualmente en cementerio.

En homenaje a la figura de un personaje característico de la gastronomía de esta zona existe un monumento al muelero. No es el único guiño al dorado producto de las abejas, pues en otoño se celebra una típica fiesta en la que se regala a algún personaje relevante de la comarca su peso en miel.

FUENTELENCINA, buenas construcciones alcarreñas y renacentistas

Otro municipio prototipo de la típica arquitectura popular alcarreña de entramados y soportales es Fuentelencina. Está situado en un terreno llano y despejado, pero con la presencia al fondo de la sierra de Altamira.
En su iglesia parroquial de la Asunción (siglo XVI) hay un excelente retablo plateresco. Además, tanto la casa consistorial como la llamada Fuente de Abajo. Ambas construcciones del siglo XVI y de estilo renacentista están declaradas bienes de interés cultural.

Pero lo mejor es pasear por las calles de Fuentelencina para descubrir, aquí más que en ningún otro lugar, las peculiaridades de la construcción rural alcarreña; se trata de casas con mampostería y sillar en el piso bajo y entramado de madera visto o revocado en el superior, con grandes aleros de madera tallada.

SACEDON, navegando a dos aguas

Situado entre dos embalses -Entrepeñas al norte y Buendía al sur-, Sacedón cuenta hasta con playa. Gracias a ello y a su apoyo a los deportes náuticos y a la pesca ha experimentado un fuerte desarrollo turístico. Se puede disfrutarde unas buenas vistas de la zona desde la ermita del Socorro.

A 8 kilómetros del pueblo están los restos de unos baños que ya aprovechaban los romanos y por los que, posteriormente, pasaron grandes personajes como El Gran Capitán o Fernando VII e Isabel de Braganza. Estos últimos hicieron construir a la vera de esas aguas termales un palacio y una colonia en el siglo XIX. Actualmente, sólo pueden ser visitadas por los submarinistas, puesto que sus calles, sus plazas y sus palacios quedaron sumergidos bajo las aguas del embalse de Buendía.

PAREJA, la otra ribera de Entrepeñas

Cruzamos ahora a la otra orilla de Entrepeñas. El municipio de Pareja se extiende a lo largo de la ribera de este embalse durante varios kilómetros, en pleno corazón de la Alcarria. Desde allí se puede disfrutar de unas vistas estupendas sobre el pantano.

Respecto a su patrimonio artístico, la plaza Mayor merece especialmente la detenida atención del viajero. En ella se encuentran el ayuntamiento, los restos de un par de palacios y, al sur, una serie de casas con soportales, según el gusto de la región. Por otro lado, la iglesia parroquial, consagrada a la Virgen de la Asunción, es columnaria y cuenta con una bella portada.

DURON, pequeño balcón sobre el embalse

La siguiente parada de esta ruta es un pequeño pueblo rodeado de magníficos paisajes, Durón.
En sus calles abundan las casonas y palacios de los siglos XVI-XVIII. El barroco está ampliamente representado en su iglesia parroquial, en una ermita, en una fuente y en un rollo del siglo XVI.

BUDIA, la plaza Mayor más bonita de la Alcarria

Nos alejamos esta vez de las aguas del Tajo para encontrar en tierras de interior a Budia. Se encuentra situado en el lado derecho del valle del Tajo –ocupado actualmente por Entrepeñas-, al pie de un abrigo rocoso que le protege de los vientos del norte.

Se trata de otro excelente ejemplo de arquitectura popular alcarreña. Su plaza Mayor es tenida por una de las más bellas de comarca. Son de destacar el ayuntamiento, edificado sobre pilares cilíndricos y con unos capiteles de estilo renacentista; la iglesia de San Pedro, de portada plateresca; y la ermita de Nuestra Señora del Peral, importante centro de romerías.

También está en el término municipal la ermita de Nuestra Señora de la Esperanza, que fue transportada piedra a piedra desde su emplazamiento anterior antes de ser cubierto por las aguas del embalse. Actualmente, se alza en medio de un bello paisaje con frondosos pinares y espectaculares vistas sobre el valle y Entrepeñas.

MILLANA, tranquilidad de interior

En la vertiente contraria del embalse de Entrepeñas, pero también separado por unos pocos kilómetros del agua, aparece Millana. Se sitúa junto a un arroyo que discurre hacia el ancho valle del Guadiela, entre profundas barrancas.

Cuenta con una iglesia parroquial románica del siglo XIII en cuya portada reside un bestiario medieval. Además, se puede disfrutar de bonitos paisajes en los parajes situados en las cercanías de las ermitas de San Sebastián y de la Virgen de la Fuensanta. Allí, entre robles, encinas y chaparros quizá algún caminante afortunado descubra algún conejo, propio de la fauna de la región.

SALMERON, fin de la ruta

La ruta de los embalses acaba alejándose definitivamente hacia el este, llegando hasta el pueblo de Salmerón. Destaca de su casco urbano, su plaza mayor y su robusto templo, que casi pareciera una fortaleza.

Resulta curioso el ayuntamiento de la villa, construido en el siglo XVIII sobre los típicos soportales alcarreños. Su fachada está decorada con frases ingeniosas y arengas moralizantes.

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